Casas pasivas passivhaus : Asturias se suma.
Las casas pasivas passivhaus han llegado a Asturias para quedarse. La de las fotos publicadas es una Passivhaus en Posada de Llanera. Las estructuras de muros, forjados y cubierta las ejecutó Sinergia Tech en contralaminado de madera (CLT). Y el proyecto es de los arquitectos Duque y Zamora, también especializados en este tipo de construcciones.
Este artículo aparece publicado hoy en La Nueva España:
Una passive house se caracteriza por tener un consumo de energía casi nulo. Su diseño, aislamiento y hermeticidad hacen innecesario un sistema de calefacción para mantener los niveles de confort interior.
Por otro lado, al igual que en el resto de Europa, se va imponiendo la construcción de viviendas pasivas con tableros de madera contralaminada (CLT).
Estos elementos se fabrican mediante control numérico, en medidas que llegan hasta los 13,5 m de longitud y 3 m de ancho, con los huecos para ventanas y puertas y los mecanizados necesarios para una rápida puesta en obra. Los grosores de los tableros van desde 60 hasta 280 mm.
Siempre ventiladas… y sin polvo.
Un sistema de ventilación forzada intercambia calor del aire interior saliente y el aire entrante. Además, lo filtra y controla su humedad.
Esto garantiza la renovación de la calidad del aire, mantiene la temperatura interior y reduce la presencia de polvo.
¿Sabía que para que una vivienda Passivhaus lo sea realmente, debe certificarlo el Instituto Passivhaus alemán? Sepa cómo lo hace.
Construcción en madera contralaminada (CLT): Rapidez, estética… y una nueva habitación.
En conclusión, la construcción de la estructura en madera contralaminada (CLT) tiene varias ventajas:
- Eliminación de puentes térmicos.
- Rapidez en la ejecución de la vivienda.
- Se trata de “obra seca”: no hay que esperar meses ventilando la obra hasta que desaparece la humedad.
- Permite mantener paredes o techos de madera vistos en el interior.
- A igualdad de superficie construida, la superficie útil es mayor porque la madera es un gran aislante y el espesor de los muros se reduce. De media, a igualdad de superficie construida, se gana un espacio útil de alrededor de 10 m2. Es decir: una habitación más por planta o un salón mucho mayor.
- Además, frente a otras soluciones como la termoarcilla y el hormigón o el acero, en su fabricación y transporte prácticamente no se consume energía. Esto hace que sea la solución más idónea desde el punto de vista medioambiental.
En nuestra opinión, lo importante a la hora de construir una vivienda es invertir en que esté bien hecha: bien aislada térmica y acústicamente, muy hermética, bien impermeabilizada… Para ello habrá que invertir en determinadas partidas clave, además de en un buen proyecto: aislamiento de muros y cubierta, sellado de estructura e instalaciones, ventanas…
El actual Código Técnico de la Edificación (CTE) no sigue unos criterios mucho menos exigentes que los del Estándar Passivhaus: la diferencia está en que Passivhaus es un instituto independiente que certifica que se cumplen los valores de proyecto mediante varios ensayos, mientras que siguiendo el CTE nunca sabremos si nuestra vivienda cumple con los criterios exigidos por éste. Dicho de otra manera: con Passivhaus hay examen final y con el CTE, no.
Blower Door Test en casas pasivas passivhaus. ¿Qué es?
¿Sabíais que para que una vivienda Passivhaus lo sea realmente, debe certificarlo el Instituto Passivhaus alemán?
En fase de construcción, y cuando la vivienda ya está totalmente cerrada, con ventanas y puertas instaladas, debe comprobar el nivel de hermeticidad. Este aspecto es muy importante para evitar filtraciones de aire desde el exterior o salidas de aire interior. En este tipo de viviendas todas las uniones -entre materiales de muros, forjados, canalizaciones eléctricas, de fontanería, etc.- deben estar perfectamente selladas.
¿Cómo lo hacen?
Para certificarlo realizan un ensayo llamado “blower door test”: un técnico del Instituto instala en el lugar de la puerta de entrada una lona perfectamente ajustada al hueco, que tiene un gran ventilador conectado a un ordenador. Se insufla aire al interior hasta una presión de 50 Pa, equivalente a un viento sobre la edificación de unos 30 km/h. En esas condiciones, se comprueba la renovación del aire interior en función de las pérdidas (por ventanas, sellados de canalizaciones, muros, etc.)
El Instituto Passivhaus establece un máximo de 0,60 renovaciones por hora de todo el aire interior. Equivaldría a la renovación total del aire interior en algo menos de dos horas en esas condiciones. Es una cifra muy baja: una vivienda “normal” estaría en tasas al menos 4 ó 5 veces superiores a ese valor.
Más tarde se invierte el funcionamiento del ventilador y se hace lo mismo invirtiendo la presión.